(ARA) – Dejar un empleo a jornada completa y volver a estudiar todo el tiempo o parcialmente nunca es fácil, pero los institutos de perfeccionamiento profesional (career colleges) – centros que ofrecen programas profesionales, técnicos o relacionados con carreras específicas – pueden hacer que la transición sea más fácil para las personas que cambian de profesión. Para muchas personas, estos institutos constituyen una segunda oportunidad de encontrar una profesión gratificante y seguridad laboral.
La Asociación de Institutos de Perfeccionamiento Profesional (Career College Association) define un career college como “una institución post-secundaria que ofrece programas de educación profesional y técnica, relacionados con carreras específicas”, y destaca que muchos operan en el sector privado, y no reciben apoyo estatal para el pago de impuestos ni exenciones tributarias.
En la situación económica actual, donde los empleadores tratan de reducir los gastos, numerosas personas que cambian de profesión se sienten con pocas opciones disponibles. Paula Davidson fue despedida luego de desempeñar funciones administrativas en una gran aseguradora durante 29 años, ocupando el mismo cargo desde que tenía 19, y nunca se graduó de enseñanza secundaria ni obtuvo un título de GED.
Davidson sabía que sus destrezas habían dejado de ser viales en el cambiante mercado laboral, y se dio cuenta rápidamente de que necesitaba volver a estudiar si quería encontrar una profesión estable. Por fortuna, pudo obtener su diploma de GED, y resultó elegible para una subvención del gobierno amparada por la Ley de Inversión en la Fuerza Laboral (Workforce Investment Act) que le exigió analizar varios programas educacionales y compararlos antes de tomar una decisión.
“Consideré varias opciones de estudios, y decidí que, dada mi trayectoria en la industria de seguros, un diploma de facturación y codificación de seguros médicos sería idóneo y me ofrecería más estabilidad. Busqué en varios centros universitarios comunitarios, pero como no había cursos disponibles todos los semestres, necesitaría de dos a tres años para graduarme”, recuerda Davidson, quien decidió matricular en el Everest College. “Estaba muy cerca de casa, me permitía graduarme en menos de un año, y me ofrecía la flexibilidad de asistir a clases cuatro veces por semana”.
Los institutos de perfeccionamiento profesional como Everest están ayudando a las personas que cambian de carrera a hallar profesiones realmente gratificantes. En la actualidad Davidson trabaja en la oficina de facturación de un proveedor de productos médicos duraderos. “Ahora siento que tengo la seguridad laboral que me faltaba”, añade Davidson.
Por su parte, otras personas que cambian de profesión deciden que reanudar los estudios es la única manera de obtener la carrera que desean realmente. David Leopold fue militar durante diez años, antes de trabajar como chofer de un camión diesel por más de una década. Pero un día terrible, el remolque de su camión se salió de la vía en un embarcadero de 20 pies, causando daños serios al vehículo. Aunque no sufrió lesiones graves, el accidente resultó como un de llamada de alerta.
“Cuando se sobrevive a un accidente tan serio, nos damos cuenta de que hay que tomar el control de la vida. En mi caso, me di cuenta de que me gustaba conocer la mecánica que movía el camión que podría haberme costado la vida, por lo que decidí volver a la escuela, y estudiar mecánica de motores diesel“.
Leopold añade que había matriculado anteriormente en una escuela técnica, pero abandonó los estudios. “La segunda vez, sabía que necesitaba encontrar un programa con instructores excelentes, entrenamiento práctico y un ambiente solidario. Y escogí WyoTech en Laramie, Wyoming, y me siento muy feliz de haber tomado esa decisión”, asegura.
Cuando se graduó, Leopold consiguió empleo fácilmente como técnico de motores diesel en Petro Stopping Stations, y afirma que encontró finalmente una carrera que lo apasiona. “Dejar atrás la vieja profesión es una decisión difícil, pero sabía que debía arriesgarme. WyoTech me ayudó a encontrar la carrera que quería, y sé que tome la decisión correcta”, concluye.
Los institutos de perfeccionamiento profesional son una opción viable para las personas que cambian de profesión, así como para los estudiantes adultos y los graduados de la enseñanza secundaria, pues ofrecen programas orientados hacia carreras que han demostrado poder de permanencia en el mercado laboral actual.
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