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El asistente médico es la cura del “síndrome de la bata blanca”

(ARA) – Independientemente de la importancia de visitar al médico para hacernos chequeos regulares o cuando estamos enfermos, para muchos el simple hecho de entrar en una consulta es una especie de tortura mental. Ya sea por la temible posibilidad de una larga espera, o por un ataque intenso de ansiedad con sudor en las manos y palpitaciones, el “síndrome de la bata blanca” puede ser un problema debilitante.

¿A quién se debe recurrir entonces para mitigar la ansiedad de una visita al médico? Es muy probable que una persona que trabaja justamente en la consulta pueda ayudarle a sentirse más cómodo: el asistente médico. El asistente médico no sólo está entrenado para llevar a cabo tareas administrativas y clínicas, sino que también es alguien quien puede salvar o arruinar la experiencia de un paciente.

El humor es una herramienta importante que usan los asistentes médicos para ayudar a los pacientes ansiosos. Por ejemplo, según Donna Patterson, quien fue asistente médica certificada, la interacción y el buen humor de los empleados de la consulta hicieron mucho más agradable la experiencia de una paciente aquejada por cáncer de seno. “Nunca tratamos a los pacientes como personas enfermas, sino como seres humanos. Por eso es que siguen asistiendo a la consulta”, asegura Patterson, quien se desempeña actualmente como gerente de currículo del programa de asistentes médicos de Corinthian Colleges, propietario y operador de Everest College and Everest University.

“La compasión y la empatía, conjuntamente con una broma o comentario humorístico hechos en el momento adecuado, les transmite a los pacientes que no nos sentimos incómodos porque están enfermos, sino que los tratamos como a cualquier otro paciente”, añade Patterson.

Ellen McKinely, CMA, instructora del Everest Institute en Norcross, Georgia, está de acuerdo. “El asistente médico usa un contacto visual y lenguaje corporal adecuados para demostrarle al paciente que es importante, y que lo tomamos en serio”, explica.

El campo de los asistentes médicos está en pleno florecimiento, y se proyecta que crecerá en un 27 por ciento o más para el 2014, según datos del Departamento del Trabajo de los Estados Unidos. Tal crecimiento se debe en gran medida al incremento en la cifra de consultorios colectivos, clínicas y otras instalaciones de salud que necesitan una alta proporción de personal de apoyo.

Como el asistente médico es con frecuencia la primera persona con la que tiene contacto el paciente en una consulta médica, la forma en que habla, sonríe o se expresa afecta al paciente, señala Chris Spray, instructora de asistentes médicos en el campus de Everest College en Reseda, California. “El asistente médico puede reconocer la ansiedad del paciente con sólo observar su lenguaje corporal”, agrega Spray.

En algunas situaciones, los pacientes se sienten más cómodos hablando con un asistente médico, enfermera o enfermero, que con el médico en sí. En la actualidad, como la carga de trabajo de los médicos se hace más intensa, el sentimiento de comodidad con respecto al asistente médico o enfermera cobra una importancia cada vez mayor.

“La carga de pacientes para el médico promedio se ha incrementado tremendamente en los últimos veinte años, debido a lo cual se hace físicamente imposible que el médico dedique tiempo a tranquilizar a los pacientes ansiosos”, afirma el Dr. Fred Valdés, director del programa médico de Everest University en Pompano Beach, Florida. “En la consulta médica típica actual, el papel de ‘tranquilizador’ lo ha asumido el asistente médico, quien puede crear un toque personal que es parte vital del proceso de curación”.

Los asistentes médicos también contribuyen a minimizar la frustración y la ansiedad procesando el papeleo y los formularios de seguros, así como los resultados de los análisis clínicos”, agrega Debra Lynn Penman, Doctora en Quiropráctica y directora del programa del campus de Everest College en City of Industry, California.

Las consultas médicas también están trabajando de otras maneras para que la visita del paciente sea más agradable. Penman, quien dirigió una consulta quiropráctica, destaca que las paredes blancas son el peor detonante para los pacientes ansiosos. “Es necesario que la consulta sea un sitio cálido y acogedor, con paredes pintadas de colores como durazno, amarillo suave o marrón ligero, con un mobiliario de tonos contrastantes”, aconseja la experta.

Penman añade que también es importante entretener a los niños, especialmente cuando Mamá y Papá están hablando con el personal de la consulta. “En mi oficina, siempre tuve videojuegos portátiles para adultos y niños mayores. No olvide que mientras más tiempo tengamos que mirar las mismas cuatro paredes, más ansiosos nos sentiremos”, concluye.

Casi todo el que visita al médico siente algo de ansiedad, desde un ligero nerviosismo hasta una subida de presión arterial. El asistente médico puede contribuir a aliviar esa ansiedad con palabras y acciones tranquilizantes, por lo que el paciente debe buscar esas personas cada vez que vaya a la consulta.

Cortesía de ARAcontent

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